ENERO- JUNIO DE 2005
 
   
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Fotografía: José López, La Jornada

 

Una historización de los significados de la crianza.

Raquel Ribeiro Toral 1

Resumen.
Este artículo es parte de la investigación “Efectos subjetivantes de las prácticas de crianza contemporáneas” que concluí en 2004 en la Facultad de Psicología, UAQ. Me guié por referentes metodológicos de la psicología colectiva y la hermenéutica para investigar las significaciones históricas de la crianza en occidente. Localicé tres formas de las relaciones entre los humanos y los conocimientos sobre crianza: la antigua, cuando los conocimientos eran comunitarios; la moderna, cuando los biosaberes (que comenzaron en el siglo XVII) se apropiaron los conocimientos comunitarios y los regresaron en forma enajenada; y la contemporánea, cada vez más mercantilizada y regida por el sistema biopolítico, que impone formas de criar a través de medios de comunicación y anuncios de las transnacionales. Para investigar los efectos subjetivantes de las prácticas de crianza, utilicé dos categorías psicoanalíticas: el registro simbólico y el tiempo lógico para concluir. Esta última parte no aparece en este artículo.

Palabras clave: crianza, subjetivación, biopolítica, significados colectivos.

Summary.
A HISTORIZATION OF THE RAISING MEANING

This article is part of the investigation "Subjetivants Effects of the contemporary practices of raising" that I concluded in 2004 at the Faculty of Psychology, UAQ. I guided myself by methodologic referring of collective psychology and the hermeneutic to investigate the historical meanings of the raising in West. I located three forms of the relations between the humans and the knowledge on raising: the old one, when the knowledge were communitarian; the modern one, when bioknowledge (which they began in century XVII) took control of the communitarian knowledge and they returned them in alienated form; and the contemporary, more and more mercantile and prevailed in the biopolitic system, that imposes forms to raise through mass media and announcements of the transnational companies. In order to investigate the subjtivants effects of the raising practices, I used two psychoanalytic categories: the symbolic registry and the logical time to conclude. This last part does not appear in this article.

Key words: raising, subjetivation, biopolitic, collective meaning.

La crianza es un hecho social que implica hábitos, creencias y formas de educar a los niños. Quien dicta como criarlos es la red significante de una cultura -transmitida en forma oral, escrita y ritual-, consistente en el conjunto de sistemas ideológicos con que los grupos sociales, en un momento histórico, pretenden aprehender el universo (Colín,2003). Visto así, la crianza son realidades construidas con significados que circulan en las prácticas discursivas; al ser realidades simbólicas van cambiando históricamente (Stainton Rogers, 1989). De ahí que para comprender cómo piensa nuestra época
la crianza, sea fundamental conocer los pensamientos colectivos de otros tiempos, pues al dialogar con esas tradiciones de pensamiento, evitamos quedarnos en la descripción del fenómeno inmediato de la crianza actual como si fuera toda la verdad, sin considerar que dicha verdad ha acaecido y se ha discutido históricamente. (Gadamer, 1975).

Incubadoras de la prehistoria.
En esos tiempos, las hordas se protegieron de la agresión de la naturaleza no sólo por la evolución de las técnicas, sino también porque eran una unidad psicoacústica, en la que sus miembros se amalgamaron emocionalmente a través del ritmo, música, sonidos, parlotear, cantar, tamborilear, palmear, y cuya existencia dependía de escucharse, cuidarse, pertenecer al grupo, establecer rituales, rivalidad y lenguaje. Desde entonces, vivir en sociedad ha significado formar parte de un regazo imaginario y acústico: tener la idea de que algo nos alberga y nos rodea, nos permite oír y ser oídos. El centro de gravedad de la horda estaba en el arte de la crianza de seres humanos, para lograr la repetición del hombre por obra del hombre (Sloterdijk, 1993:27). La horda fue una incubadora de cría de lo antinatural el Homo Sapiens-, en la que se gestaron y evolucionaron las funciones superiores de los seres humanos de hoy, pues allí los cráneos se agrandaron, la epidermis se adelgazó, las piernas se alargaron, las voces se articularon, la sexualidad se volvió crónica y los muertos inolvidables, pues pensar en ellos era un agradecimiento a quienes les dieron la vida y les permitieron sobrevivir. Si bien las culturas clásica y moderna siguieron incubando al humano, con el tiempo han dejado de cuestionarse cómo es posible la repetición del hombre por obra del hombre, para preguntarse por el uso del hombre por el hombre.

1Profesora Investigadora de la Facultad de Psicología de la UAQ. raquelribeiro@prodigy.net.mx

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