Acerca de cómo un familiar puede desempeñar la función de acompañante terapéutico
Marco Antonio Macías López11

RESUMEN


La función de acompañante ter

apéutico permite evitar el internamiento de los pacientes en los hospitales psiquiátricos, o bien, reanudar su vínculo social al salir del internamiento evitando así el aislamiento. En este artículo se plantea cómo es que un integrante de la familia puede desempeñar de manera transitoria esa función de acompañamiento.
Se enfatiza que esta función no es un rol establecido, rescatando el carácter singular de cada intervención.
Se puntualiza en el artículo, la alta incidencia de la locura compartida.
Se teoriza sobre la importancia que tiene el lugar de resonancia que ocupa el psicoanalista para la palabra del enfermo.

Palabras Clave: Acompañamiento terapéutico, Locura compartida. Resonancia

ABSTRACT

The function of a therapeutic companion can avoid the interment of patients in a psychiatric hospital, as well as to renew their social bond when they leave the interment, avoiding isolation.
In this article is set up how a family member can perform, in a transitory way, the role of a companion.
It is emphasized how this function is not a firm, established role. It also underlines the peculiarity of every single intervention.
It is remarked, the high incidence of shared madness “folie à deux”.
It is theorized the importance of the resonance place that occupies the psychoanalyst, for the patient speech.

Key words: Therapeutic companion, Shared mandes, Resonance}

INTRODUCCIÓN

El presente artículo aborda una problemática que llega a ser recurrente en la atención de pacientes psicóticos, y que es el caso de cuando estos pacientes han sufrido internamientos en instituciones psiquiátricas o que han vivido la experiencia de sufrir una mala administración de medicamentos llamados antipsicóticos, y que debido ello ya no desean tener ningún encuentro, con los llamados profesionales de la salud mental.
Cabe señalar que la práctica de acompañamiento terapéutico sigue siendo desconocida en un gran sector del campo psiquiátrico y psicoanalítico en nuestro país. En un libro de próxima publicación, que dará cuenta de una investigación que he efectuado sobre el tema de acompañamiento terapéutico, habré de presentar los resultados de un cuestionario aplicado que muestran dicho desconocimiento. Además habré de presentar una sustentación teórica para esta práctica con el fin de evitar una práctica empírica de dicha función. Por ello es que en este artículo más que presentar la especificidad de esa función, así como las indicaciones de la misma, abordo sólo un sesgo que puede ser de utilidad para aquellos que ya conocen y realizan este trabajo de acompañamiento terapéutico. Cabe señalar que este artículo fue presentado como ponencia en el Primer Congreso Iberoamericano sobre Acompañamiento Terapéutico realizado en Buenos Aires en noviembre del 2003, ponencia que fue recibida con interés por profesionales de países como Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Perú, que son los países en donde esta práctica, en especial en Argentina, tiene ya más de 20 años de estarse realizando con resultados óptimos en el abordaje interdisciplinario de los pacientes psicóticos, tanto en el ámbito institucional como privado.

DESARROLLO

Hay que tener presente que cuando alguien enloquece en una familia, una de las primeras reacciones es de desconcierto, porque no atinan a saber qué es lo que está ocurriendo; en forma simultánea, se presenta una reacción de parálisis por el carácter siniestro que llega a tener el encuentro con la locura. Se genera entonces una situación de caos, que lleva a solicitar la intervención inmediata del médico familiar y de ahí al psiquiatra, en donde éste al no querer hacerse cargo muchas veces del enfermo y no poder, o no estar capacitado para escuchar (aquellos psiquiatras que no han hecho la experiencia de un análisis personal), decide que lo recomendable es una internación inmediata. Sólo que no se miden las consecuencias de ese acto, pues el ingreso en un hospital psiquiátrico, tiene el carácter devastador de dejar marcada a la persona para toda su vida. Por ello es que justamente se hace esta propuesta de intervención como una alternativa a evitar en lo posible el internamiento.
Es ya sabido que justamente el acompañante terapéutico puede intervenir en estos casos, cuando la familia se dirige al psiquiatra o psicoanalista que puede y está decidido a intervenir ante la demanda que se formula, pudiendo solicitar la intervención de un acompañante terapéutico; sólo que la situación se complica cuando el enfermo no tolera la presencia de un extraño, de ahí que la propuesta es la de considerar, cómo en varios casos como el que se señala, al entrevistar a los miembros de la familia y conocer su historia, el psicoanalista que estará a cargo del tratamiento, puede iniciar el abordaje diseñando una estrategia que pueda favorecer en lo inmediato o a mediano plazo el encuentro con el enfermo en el consultorio. Para ello se detectan los potenciales con que cuenta cada integrante, así como su mayor o menor participación en el desarrollo de la locura del enfermo, sabiendo que no siempre el que hace pública su locura es el más enfermo de la familia. Se pone en juego entonces una labor de discriminación, para localizar con quién se puede contar, para propiciar que el enfermo identificado como tal, pueda ser atendido.

 


1 Docente Investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro, Tel. (442) 192 1200 ext, 6311, marc@uaq.mx
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