en
forma paralela a esta pedagogía biopolítica, se evidenció
una modificación radical de la visión de la infancia
en libros como Tres ensayos de teoría sexual de Freud (1905)
y Sobre Ello de Groddeck (1923), que mostraban a un infante perverso
polimorfo entendido como un sujeto deseante, sexuado, neurótico,
enlazado a las redes de sentidos que se entretejen en los deseos
familiares. Pero esta manera de ver el mundo infantil se ha venido
ocultando, con el argumento de que no es un conocimiento científicamente
comprobado e imponiendo sobre él discursos neurolingüísticos
y cognitivos para corregir niños en psicoterapias breves.
Terminamos el siglo XX apresados en un sistema mercantilizado y
en un absoluto científico, en que toda la realidad social
se encuentra escolarizada. Tanto ricos como pobres están
sometidos a escuelas y hospitales que orientan su vida y forman
su visión del mundo. Campos de concentración preventivos
para pre-delincuentes estarían dentro de la lógica
del sistema escolar. (Ivan Illich,1970)3
La
crianza mexicana se desplaza de la institución a la trasnacional.
La institucionalización de la crianza en nuestro país
se reafirmó cuando a mediados del siglo pasado México
se incorporó a las relaciones económicas industrializadas
y las mujeres se integraron al sector productivo, por lo que el
Estado se hizo cargo de la crianza. En 1939, cuando el presidente
Lázaro Cárdenas convirtió los talleres fabriles
de la Nación (encargados de fabricar equipos y uniformes
del ejército) en una cooperativa, incluyó en el mismo
decreto la fundación de una guardería para los hijos
de las obreras.
Hasta fines de 1960, el cuidado de la niñez mexicana era
prioritario para el Estado, como se ve en el discurso inaugural
del Instituto
Mexicano de Asistencia a la Niñez (IMAN): En pujante etapa
de superación México pionero de la revolución
humanista cuenta ya con 20 millones de seres menores de 18 años
de edad. Todo esfuerzo que se haga por atender sus problemas y planear
su futuro dentro de un sistema abierto de pensamiento y acción,
debe reconocerse como patriótico y revolucionario4.
La propuesta se sustentaba científicamente en la filosofía
de la pediatría integral, que pensaba la salud y la enfermedad
como resultado del medio ambiente, factores hereditarios, sociales,
económicos y físicos. Esta manera de pensar, conllevaba
prácticas médicas en las que no sólo se escuchaba
el corazón, pulso o respiración del niño, sino
también lo que los pacientes tenían que decir acerca
de sí mismos y de sus relaciones con el entorno.
Fueron los principios de la revolución mexicana los que permitieron
que la institucionalización de la crianza tomara esta forma
de estado de bienestar socialista. Pero en 1968, la represión
en Tlatelolco marcó un viraje en las políticas gubernamentales
que fueron llevando al olvido la antigua revolución. Para
1980, los tecnócratas tomaron el poder e implantaron formas
neoliberales de vivir la cotidianidad mercantilmente. En 1989 cayó
el muro de Berlín (símbolo de la guerra fría)
y se produjo un giro en la lógica de los argumentos del capital:
ya no se trataba de contraponer socialismo a capitalismo, pues había
que solucionar el creciente descontento social que afectaba los
cimientos del capitalismo. La estrategia discursiva consistió
en unir la crítica al estado de bienestar socialista con
la descalificación del estado de bienestar capitalista. Se
construyó así al intervencionismo estatal como el
culpable de todos los males sociales, debido a su ineficacia, burocratización
y corrupción. Con estos argumentos, estaban dadas las
3
Ivan Illich. Déscolariser l'école en Les Temps modernes,
junio de 1970. Citado por Manonni, 1973: 49
4 www.gob.mx/wb2/egobierno/egob_Instituto_Nacional_de_Pediatria.
Continua...
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