Se
exhibe “Signo, objeto... tiempo”, en la Sala Tina
Modotti de la UAQ.
- Con
24 trabajos, Carlos María Flores Riveira simboliza
a la fotografía como una nueva forma de pintura.
Con
el advenimiento de la fotografía a principio del Siglo
XX, la era digital es cada vez más clara en cuanto
a la demanda de los productos de la lente porque deja de ser
fiel representación de la realidad o la captura del
instante, manifestó Grisell Villasana en torno a la
exposición titulada “Signo, Objeto...Tiempo”,
del artista Carlos María Flores Riveira.
Con
el montaje de 24 fotografías exhibidas en la Sala de
Exposición Tina Modotti de esta casa de estudios, Carlos
María presenta ante los jóvenes universitarios
los procesos y connotaciones en cuanto a las texturas de objetos
llevados al campo de la experimentación; es decir,
lo verdadero e inverosímil que es la fotografía
como una nueva forma de pintura.
Ante
esta situación, Carlos María Flores manifestó
que “el emprender una nueva fotografía tiene
que ver con la manera emotiva de representar las imágenes;
busco hacer la imagen y la herramienta como elementos íntimos
y personales para que los espectadores tengan nuevas alternativas
artísticas”.
La
fotografía de hoy en día ya no será suficiente
en términos de calidad de imagen; el énfasis
generalizado sigue siendo en términos de imagen fidedigna
o de trucaje inverosímil dejando de lado las premisas
que tienen que ver con lo que se encuentra más allá
de la piel fotográfica en cuestión de calidad
de imagen.
En
este caso, es justo la cualidad de la materia en imagen lo
que se debate en el trabajo de Carlos María, quizás
su formación especial como arquitecto, su sensibilidad
ante las atmósferas creadas conceptualmente más
que describir objetos o realidades objetivas, reflejan atmósferas
casi palpables de luz, textura, color y tiempo.
De
esta manera, en voz de Grisell Villasana lo que aparece en
las fotografías de Carlos María es lo inminente,
porque realiza sus diferentes series fotográficas a
partir de los juegos de percepción que traicionan lo
lógico-cognitivo; imágenes que se yuxtaponen
en nuestro recoveco de memoria y nos imposibilitan la aprensión
real de un momento extrañable y, sin embargo, efímero.
Por
lo tanto, Signo, Objeto...Tiempo, es lo agudo de la imagen
en nuestra mente; es simplemente lo que imaginamos y con ello
reside el poder de un recuerdo; es lo definido y totalmente
abarcado en la indefinición que cabe en el juego de
la esencia. |