Según
investigación universitaria
El
8.2 % de la población rural del Estado de Querétaro
sufre la Enfermedad de Chagas.
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Se
transmite a través de insectos vectores conocidos
como chinches, heciconas, busconas, voladoras o besuconas
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De
no implementarse medidas de control clínico, el
30 por ciento de los habitantes infectados tendrían
en 10 ó 12 años alteraciones cardiacas de
diferente orden que pueden ir hasta la muerte
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La
UAQ cumple con una de sus funciones sociales más
importantes, al producir el conocimiento que permita a
quienes toman las decisiones, generar las políticas
públicas: Dolores Cabrera
El
8.2 por ciento de la población rural del Estado de
Querétaro sufre la enfermedad de Chagas (sangre contaminada),
producida por insectos vectores conocidos como chinches, heciconas,
buscotas, voladoras o besuconas, según estudio de investigadores
de la Facultad de Química de la UAQ y la Universidad
Autónoma de Madrid, España, quienes advierten
que de no implementarse medidas de control clínico
y radiológico, el 30 por ciento de los habitantes infectados
matemáticamente tendrían en 10 ó 12 años
alteraciones cardiacas de diferente orden que pueden ir hasta
la muerte.
Dicho
proyecto de investigación titulado Seroprevalencia
a Tripanosoma Cruzi en Comunidades Rurales del Estado de Querétaro,
apoyado la Delegación Querétaro del ISSSTE y
la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado está
enfocado a la Enfermedad de Chagas conocida científicamente
como infección Tripanosoma Cruzi o Tripanosomiasis
Americana y que se transmite a través de insectos por
la transfusión de sangre contaminada, por vía
transplacentaria, transplante de órganos, leche materna
o por accidentes de laboratorio. Asimismo, la enfermedad está
asociada a la pobreza y a las malas condiciones de vivienda.
En una
sesión clínica-científica llamada Aspectos
Clínicos-diagnósticos de la Enfermedad de Chagas
en el Estado de Querétaro, directivos y representantes
de las instituciones participantes encabezados por la Rectora
de la UAQ, M. en C. Dolores Cabrera Muñoz, conocieron
los resultados de la investigación, la cual advierte
que ante tales resultados de infección deben implementarse
medidas de control, así como seguimiento clínico,
parasitológico, electrocardiográfico y tratamiento
en pacientes con serología reactiva a dos pruebas.
El trabajo
de investigación, que es dirigido por el profesor titular
del área de Parasitología y Medicina Tropical
de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma
de Madrid, Dr. José Antonio de Diego Cabrera y la investigadora
de la
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