MODELO EDUCATIVO

Modelo Institucional

1. Modelo educativo

a.  Estructura y componentes del Modelo Educativo de la Universidad Autónoma de Querétaro.
La estructura del Modelo Educativo de la Universidad está relacionada, por un lado con los componentes básicos de un sistema educativo y por otro, con el Plan de Desarrollo Institucional, desde su filosofía, valores, misión y visión. Por ellos los niveles estructurales ya contemplan la relación institución-sociedad, de tal manera que pueda relacionarse directamente estos niveles con sus correlatos de servicio a la comunidad universitaria y a la entidad federativa en la que se inscribe. Los niveles del modelo corresponden a la estructura y funciones que un sistema y/o institución educativa deben cubrir, estableciendo lo directriz normativo y filosófico  (deber ser) como guía de lo operativo de las acciones (el ser). Es el  nivel estratégico el que   articula e integra la operación académica con los fines educativos  a través de estrategias, funciones institucionales, proyectos y programas, los cuales deben ser planeados, realizados y evaluados consistentemente.    

                      

NIVEL
              COMPONENTES

Nivel Directriz:

El nivel directriz tiene como propósito fundamentar y orientar las estrategias y acciones  institucionales  hacia los fines, principios y valores educativos, sociales y normativos de la UAQ, así como los requerimientos de desarrollo del Estado.

El primer componente define el tipo de formación universitaria que se pretende lograr: humanista, integral, de calidad y excelencia. La concepción humanista de la UAQ recoge la tradición humanista de las universidades  a nivel mundial y nacional, tanto en su universalidad del conocimiento como en su orientación humana integral. Los principios normativos de la educación mexicana y estatal dan fundamento a su filosofía y política como institución pública.  
La calidad y excelencia están definidas no solamente como procesos de optimización y eficiencia de los programas y servicios educativos, sino sobre todo por su orientación e impacto social. Este componente está relacionado íntimamente con el segundo del nivel directriz para cumplir con los fines sociales, económicos y políticos que la definen.
El segundo componente  define los principios y valores éticos, para darle fundamento a la responsabilidad social de la institución. La filosofía educativa de la UAQ está basada en los principios constitucionales de la educación mexicana y en especial de los fines de la educación superior pública,  tanto a nivel federal como estatal.
Este componente, permite definir y concretar la orientación social, política y económica de la institución, sus funciones, programas y servicios, así como los beneficiarios de la misma. La concepción de calidad está inmersa en esta perspectiva social y humanista de la institución.
Nivel Estratégico. Este nivel articula las directrices de la institución con las acciones concretas que realiza. Por ello, es un componente relacional, tanto en su dimensión del proceso académico (como relación educativa), como proceso formativo integral, a nivel individual y social (como relación significativa) en su dimensión profesional y cívica con el entorno económico,  político y cultural.   
El tercer componente  señala que la educación que imparta la UAQ estará centrada en el aprendizaje una relación educativa que lo articula con la construcción del conocimiento, el quehacer profesional y su compromiso social. Esto es poner énfasis en el proceso  educativo, tanto como relación maestro-alumno, conocimiento, investigación y disciplina, profesión y contenido social, expresada en diversas modalidades de formación desde la presencial, autónoma y de vinculación con el trabajo. 

Centrar los procesos educativos en el aprendizaje significa una transformación de las relaciones con amplias repercusiones, ya que, los esfuerzos llegan hasta el cambio cultural de los principales actores del proceso (estudiantes, académicos y entorno). Ello implica que: 1) el papel del académico se enfoque a la planeación y la evaluación de las experiencias de aprendizaje de manera que los estudiantes construyan el conocimiento y su relación con el campo profesional; 2) el estudiante adquiera un papel más activo y una mayor responsabilidad en el proceso, tanto a nivel de competencias profesionales como de desarrollo integral; 3) los contenidos sean pertinentes, más formativos que informativos, esto significa un énfasis en contenidos significativos, construcción de habilidades de aprendizaje por la investigación, así como la enseñanza de valores y el desarrollo de actitudes; 4) la transferencia, análisis y manejo de información se realice por distintas vías tecnológicas y no solamente mediante la exposición del profesor en el aula. Por lo tanto, se incorporan en los planes de estudio diversas experiencias de aprendizaje que permiten al estudiante desarrollar los conocimientos, habilidades, valores y actitudes que contribuyan a su pleno desarrollo individual y social.

La educación centrada en el aprendizaje requiere de algunas condiciones. La primera es la flexibilidad de los currícula, que significa la organización por créditos y ejes de formación compartidos por distintos programas. Los currícula flexibles: 1) facilitan la incorporación con rapidez, sin realizar cambios completos en los planes de estudio, de los avances en el conocimiento y las innovaciones tecnológicas; 2) favorecen la movilidad de estudiantes y académicos; 3) permiten, a los estudiantes, avanzar con distintos ritmos y tiempos; y 4) se fortalecen con el trabajo de los cuerpos académicos.
Otra condición se refiere a el enfoque inter y multidisciplinario que debe tener la estructura curricular y la administración operativa de los programas educativos. El enfoque requiere establecer criterios de relación disciplinaria e interdisciplinaria de los dominios del conocimiento, sus problemas y métodos de abordaje, junto con las oportunidades de relación teórica, metodológica y concreta. Así el enfoque centrado en el aprendizaje integra el proceso educativo con la construcción disciplinaria del conocimiento. Esta condición favorece la clara vinculación con un eje formativo de investigación y la posibilidad de manejar proyectos o programa de vinculación.

Y la última condición del componente centrado en el aprendizaje se refiere a orientarlo a los componentes directrices: el componente humanista, integral, de calidad y excelencia posibilita la relación de los campos disciplinarios entre ciencia tecnología y humanismo; y   el componente de valores éticos y responsabilidad social articula el conocimiento disciplinario con los contextos específicos, así como los problemas encontrados con el análisis ético-axiológico de su repercusión. 

Nivel Operativo: Este nivel se caracteriza por componentes que generan acciones concretas instrumentadas por procedimientos y métodos académico administrativos que operan los programas y procesos educativos. En el modelo nos referimos no solamente a los procedimientos establecidos, sino especialmente los que promueven la innovación y creatividad educativa. 

El cuarto componente es la flexibilidad curricular  que favorece el desarrollo de la oferta académica, orientada a la atención de las necesidades y demandas sociales, al aprovechamiento de los recursos tecnológicos y a nichos específicos de atención, mediante: 1) la reformulación de los planes de estudio; 2) la construcción de nueva oferta educativa sobre la base del crecimiento de la oferta existente complementada por niveles de oportunidad y equidad, y; 3) el diseño de planes de estudio y modalidades educativas  que combinen la educación presencial, abierta y a distancia, bajo criterios de eficiencia en ambientes escolarizados, virtuales y del trabajo.

Una estructura flexible en los curricula y las modalidades educativas convencionales y de innovación reconocen las necesidades de los estudiantes y del entorno, el nivel disciplinario (científico, tecnológico y humanista) de los procesos educativos, las diferencias en la formación previa, la experiencia y antecedentes académicos, los distintos ritmos y formas de aprender, y la disponibilidad de tiempo y lugares  de dedicación en un ciclo escolar determinado.

Este tipo de estructura curricular y sus distintas modalidades educativas incorporan las características individuales de los estudiantes y, en el marco de planes de estudio concretos, facilita distintos trayectos y las adecuaciones necesarias para reconocer dicha diversidad, Por lo tanto, favorece la equidad en el acceso, la permanencia y el egreso; pero requiere de estrategias de apoyo concretas como son las tutorías, el seguimiento a las trayectorias escolares, el desarrollo de habilidades de aprendizaje por proyecto e investigación, y los valores y actitudes necesarios para la formación permanente.

El quinto componente del modelo es el enfoque multi e interdisciplinario  que está fincado en una propuesta funcional y operativa de generación y transmisión del conocimiento incorporando las aportaciones teóricas y metodológicas de los saberes científicos, tecnológicos y humanistas de una manera disciplinaria, multidisciplinaria e interdisciplinaria.

Este enfoque del conocimiento retoma la construcción social del conocimiento bajo una orientación crítica, creativa y productiva socialmente. Esto permite relacionar los ámbitos y funciones académicas, con los procesos educativos y la generación del conocimiento.  Esto quiere decir, que la interdisciplinariedad del modelo debe las funciones de docencia en sus programas educativos, en la investigación dentro de los proyectos y la vinculación en sus programas de extensión.

Este componente educativo integra y articula operativamente elementos de innovación educativa como son: la flexibilidad curricular, el aprendizaje centrado en el alumno, privilegia ambientes de aprendizaje ligados al entorno como el servicio social y la vinculación de las prácticas profesionales, apoyo de tecnologías a los procesos educativos, aprendizaje de lenguas, que permitan orientar  los contenidos, métodos, prácticas y medios de sociabilización del saber, la educación por competencias  y del abordaje de las diferentes disciplinas a través de la resolución creativa de problemas específicos.

En la actualidad, con el avance y uso intensivo de las comunicaciones, el conocimiento se produce en ámbitos diversos, uno de los cuales es el aula universitaria, pero también se construye en otros espacios, más cercanos a su aplicación, Además, la creciente difusión del conocimiento ha propiciado sinergias positivas, que se han traducido en su incremento a velocidades nunca antes vistas en la historia de la humanidad. Los contenidos curriculares y las estrategias de aprendizaje deberán considerar estas características a fin de garantizar que todo egresado de la UAQ cuente con una visión integrada de los componentes que, desde una profesión o disciplina determinada, se incorporan en el análisis y solución de una problemática determinada. Asimismo, en el proceso educativo deberá reconocer que el aprendizaje de los estudiantes se construye, tanto en las aulas, como en otro tipo de experiencias formativas (aprendizaje colaborativo, trabajo en equipo para el análisis y solución de problemas o estudios de caso, prácticas profesionales y servicio social, formación por competencias entre otros).
Finalmente, un modelo flexible y centrado en el aprendizaje favorece la movilidad intra e interinstitucional, entre la educación presencial y no presencial, e incorpora estrategias de integración de la experiencia, tanto para el trabajo profesional como para el desarrollo cívico, cultural y social del estudiante. Las fortalezas institucionales serán plenamente aprovechadas por los estudiantes que podrán transitar entre las facultades de la UAQ y hacia otras instituciones educativas, entre modalidades, y de las asignaturas tradicionales hacia otras experiencias educativas, sin perder la oportunidad de acumular créditos para la obtención de su certificado, título o grado.

 
 
 
Universidad Autónoma de Querétaro | Secretaría Ejecutiva del Comité de Planeación